miércoles, 30 de septiembre de 2009

Cómo decir que no a tus hijos (sin sentirte culpable)

Frase repetida por los niños varias veces al día al ser objeto de la variedad publicitaria de múltiples productos que oferta el mercado en la actualidad: desde productos alimenticios de diversos efectos llamativos, nuevos sabores, juguetes y accesorios de los últimos personajes y superhéroes, con los que el niño se identifica, etc.

Observamos que lo útil, necesario y significativo es sustituido por lo superfluo y efímero.


Productos en su mayoría listos para “usar y tirar”, en los cuales el tiempo de uso es muy reducido, creando la necesidad de ser sustituidos por otros.Ante el pedido insistente, los adultos nos vemos en un gran dilema en nuestro actuar.


Debemos tener en cuenta, que lo que pide el niño, en el “comprame, comprame,”en ocasiones en forma caprichosa, es una satisfacción inmediata a su requerimiento, sin postergación y sin renuncias.Es de suma importancia el poder “decir que no”, aunque a veces esté dentro de nuestras posibilidades el poder satisfacerlo.


El “no” frustra, pero a su vez organiza y traza límites, ayudando a incorporar ciertas normas y orden.


Hay que considerar el mensaje que se transmite en el grupo familiar, Por ejemplo: no es lo mismo una familia en la cual se transmite el esforzarse para lograr algo teniendo en cuenta los caminos a seguir, que otra donde se prioriza el consumo como único fin, sin importar los medios.


Se debe tener en cuenta, no manejarse mediante premios y castigos, en relación a las cosas, ya que se pierde el valor de los logros o enseñanzas, a favor del tener o no tener.


Escuchamos repetidas veces a los padres:”si te sacás buenas notas te compro el…, si te portás bien, te doy la…”, quedando enlazados los actos a la posibilidad de conseguir algo a cambio.


En la actualidad damos prioridad al tener, en detrimento del ser, dejando de lado los valores intrínsecos del ser humano. Los objetos debieran ser un medio y no un fin en sí mismos.


Qué hacer con el tiempo


En esta época donde pareciera relacionarse el tener con el tiempo, hay una tendencia a no dejar que la falta aparezca en escena, el niño es sobrecargado de juguetes a su alcance con el fin de “estimularlo”, ¿me pregunto qué estamos estimulando, qué privilegiamos?


Debemos tener en cuenta, que contrariamente a lo que se piensa, con respecto al aburrimiento en los niños, calificado usualmente en forma negativa, donde aparentemente no hay nada para hacer, son los momentos donde el niño puede utilizar su creatividad, su imaginación, para poder salir de ese estado.


Es de suma importancia no sobrecargar al niño con actividades pautadas a lo largo del día, dejando tiempo para que lo pueda usar con libertad.


Un tiempo donde el propio niño es su dueño, propiciando de esta manera mediante el juego ya sea dramatizando o con la creación de algún juguete con materiales que él elija, la elaboración de sus padeceres.


Donde la pausa tome su verdadero valor referido a los intereses particulares del niño.


Concluyendo podemos decir que el pedido, la demanda, entra en juego desde el nacimiento a partir del llanto del bebe, siendo la madre u otra figura significativa, quien le otorga un significado a este mensaje: “tiene hambre, frío, sueño, le duele algo…”.


Esta demanda es esencialmente una demanda de ser escuchado, una demanda de amor.Entre lo que se pide y lo que el otro da, va a quedar algo por decir, por desear, siempre queda un resto.


Por Dalia Sneider


© EnPlenitud.com - Cómo decir que no a tus hijos (sin sentirte culpable)



Hasta otro momento...

lunes, 28 de septiembre de 2009

Invitación Foro Ley Orgánica de Educación...

En nombre de la Junta Directiva les invitamos muy cordialmente al Foro sobre los aspectos concernientes a la nueva Ley Orgánica de Educación, el cual llevaremos a cabo el día Martes, 29, a las 07:15 p.m. , en el Patio Techado del Colegio, con la finalidad de informar y debatir sobre este nuevo instrumento legal.

Expositores: Dr. Antonio Ecarri de la Fundación Arturo Uslar
Dra. Nancy Henández de Martín de Fenasopadres


Se agradece puntual asistencia y participación activa.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Mi Tesis Preescolar - Motivación Liderazgo y Coaching con Sabiduría de Niño

Guillermo Echevarría: Yo quería hacer una canción para enseñarle a mi hija las cosas más importantes de la vida y terminé haciendo una canción con todo lo que aprendí y sigo aprendiendo de ella cada día.

Mi Tesis Preescolar va dedicada especialmente a mi hija y a todos mis clientes de Coaching, ejecutivos o líderes de organizaciones que tienen hijos.
Te invito a bajarte el tema Mi Tesis Preescolar y a construir una "Chicopedia" con anécdotas, fotos y sabiduría de los chicos en http://www.decoaching.com

Esta es la letra de la canción Mi Tesis Preescolar

Buenos días me presento,
Licenciado en arenero
Cinco años de experiencia,
En plazas del mundo entero.

En este acto tan solemne,
Con tanto mamá y papá.
Voy a compartir la tesis,
De mi estudio preescolar.

Les sugiero tomen nota,
De lo que voy a decir,
Que entre baldes y palitas,
Puede aprenderse a vivir.

He jugado muchos juegos
Y he llegado a comprender
Que gana el que se divierte
Y está dispuesto a perder.

He aprendido de la hamaca,
Que todo vuelve después.
Viene con la misma fuerza,
Con la que yo lo empujé.

La cuestión del sube y baja
Es importante también.
Pasaré ahora a explicarla
Para que se entienda bien.

Alto y bajo es relativo,
Al momento y al lugar.
No es más valioso el de arriba,
No es despreciable bajar.

Siempre habrá alguno más alto
Y alguien más bajo quizás
Pero el que compara sufre,
Y no puede disfrutar.

No es sano vivir midiendo,
Quien tiene menos o más,
No te hacen grande tus cosas,
Te hace grande lo que das.

(Por eso digo en mi tesis)
El mundo es un arenero
Los juguetes vienen y van
Y lo único que queda es la amistad
No dejen que me confunda.
No es sólo importante llegar.
Lo que importa es ir cantando al caminar.

En lugar de andar peleando,
Es preferible escuchar,
Para qué quiere el juguete el otro,
Y llegar a un ganar-ganar.

Para hacer un gran castillo,
El más grande que puedas soñar.
Asegúrate que otros puedan,
Su granito de arena sumar.

No persigas las palomas,
Porque se van a asustar.
Comprendé qué es lo que aman.
Y vendrán a tu lugar.

El mundo es un arenero
Los juguetes vienen y van
Y lo único que queda es la amistad
No dejen que me confunda.
No es sólo importante llegar.
Lo que importa es ir cantando al caminar.

El mundo es un arenero
Los juguetes vienen y van
Y lo único que queda es la amistad
Perdón, casi son las cinco
Y no me puedo extender más.
Me contratan presidentes y papás.
Para aprender a jugar.

Letra y Música: Guillermo Echevarría

Más videos de Guillermo Echevarría, Coaching Gerencial, Motivación y Liderazgo en español en http://www.decoaching.com




miércoles, 19 de agosto de 2009

Los miedos en los niños: ¿qué deben hacer los padres?

Los temores de los niños seguramente cambiarán a medida que los chicos crezcan, pudiendo los mismos aumentar o disminuir, dependiendo de su ambiente, las actitudes de los padres y su propia vida emocional, pero todos los experimentarán en algún momento.Ciertas veces, un niño podrá derribar todos sus miedos cuando aprenda más acerca de los ruidos y objetos que lo rodean. En general, a medida que crezcan, aprenderán que ciertamente no existe razón de temer a ciertas cuestiones, aunque muy posiblemente también reemplacen estos miedos por otros más realistas, que realmente podrían lastimarlos: el temor básico de la mayoría de los niños, tiene que ver con que su madre pueda dejar de amarlo y protegerlo.

Sucede que incluso a medida que las personas maduran, las mismas no dejan de tener miedos, los cuales, no obstante, a veces son muy útiles, ya que nos ayudan a protegernos de peligro, y a cuidarnos y planificar todas nuestras acciones.Cuando niños, estos temores son de diferente tipo, y quizás, como adultos, podríamos pensar que los mismos son innecesarios, y no se debería prestarle mayor atención, pero se debe saber que para los niños más chicos estos temores pueden ser muy verdaderos, al igual que el miedo de perder el trabajo o sufrir una grave enfermedad, por parte de un adulto. Muy posiblemente los ruidos fuertes, los movimientos repentinos, o los extraños en la habitación, etc., aterrarán a los recién nacidos, así como otro tipo de sonidos no familiares y ruidos extraños que sienta alrededor suyo.A medida que crezcan, posiblemente podrían sentir también un temor cuando son dejados sólo.

Generalmente, a la edad de cinco años los chicos pueden ser muy temerosos. A veces, ellos tendrán sueños o pesadillas que los trastornarán, sobre todo en relación con perder a un padre o algún ítem material muy apreciado. De la misma forma, podrán sentir temor de ciertos edificios, coches, autobuses, ascensores, etc.Si bien es cierto que los padres podrían no lograr prevenir totalmente los miedos de sus hijos, no menos real es que sí podrían disminuir la intensidad de ciertos temores, y ayudarlos a enfrentarlos de una mejor manera.Lo principal, será asegurarles que su hogar es la mejor guarida contra temores infundados. En general, los niños se sienten con más miedo cuando se quedan solos, o cuando sus padres no suelen estar con ellos durante una gran parte del día, por lo que sería importante que realice un acompañamiento efectivo de su hijo, sobre todo cuando el mismo es menor de cinco años.A veces, sucede que son los padres quienes son muy temerosos de varias cosas que puedan sucederle a su hijo, con lo cual transmiten todo este miedo a sus chicos.

Por eso, es fundamental que, como padres responsables, se tenga mucho cuidado de no permitir que los hijos se enteren de sus propios temores (por supuesto, no estamos hablando de aquellos que verdaderamente atañen a la seguridad del chico, sino de aquellos menores y algo infundados), tanto en relación a ellos como a la vida en general. Pero incluso, los padres pueden sin problemas enseñar medidas de seguridad a sus hijos sin por ello inducirles temores. La clave para esto, será infundirles una confianza responsable, y no un temor paralizante, que les permita lograr objetivos y metas, siempre de una manera cuidadosa y cauta.

Así, se les podría enseñar como manejar fuego con seguridad sin por ello hablarles de quemadura o muerte. También podría mostrárseles como cruzar calles detenidamente y con precaución, sin hablarles de accidentes o muertes.

Claro que no hacer referencia a cierto tema tampoco significa que se deba engañar. De hecho, los padres jamás deberían mentirles a sus hijos.Por ejemplo al hablar sobre las causas de golpearse haciendo deportes, es necesario ser francos y afirmarles que es posible que se corran ciertos riesgos en su práctica, aunque sin por ello hacer constante referencia a esto.

Si un padre le dice a su hijo que no habrá posibilidades de sufrir algún dolor o lastimadura, y por el contrario el chico sí experimenta algún tipo dolencia, habrá una pérdida de la confianza en su progenitor, con lo que posiblemente, en el futuro, poco servirán las palabras de este para darle confianza. Por eso, si se quiere que los hijos respeten a sus padres, y confíen en sus consejos y sentimientos, será fundamental ser francos con ellos. Por otra parte, estar al tanto de los verdaderos peligros de cualquier práctica, los hará ser más responsables y abiertos para hablar, lo cual podría ayudar a concurrir al médico cuanto antes y hacer más leve la traumática experiencia.A veces, un chico puede tener una experiencia dolorosa y traumática, como por ejemplo la muerte de un abuelo, y por lo tanto existirá un legítimo temor de perder otros parientes.

Estas situaciones especiales necesitan ser manejados muy cuidadosa y detenidamente, con mucha comprensión, amor y confidencia. Y para el caso de que no se logren remover los temores a la muerte, también podrá ser útil realizar una psicoterapia con la asistencia de algún profesional.

Tomado: http://www.enplenitud.com/psicologia/miedosinfantiles.asp

sábado, 8 de agosto de 2009

Carta a todos los padres del mundo

No me grites.Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.


Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos.Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.

Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice.A veces, ni yo mismo lo sé.

No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por tí(aunque sea para sacarte de un apuro).Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.

Cuando te equivoques en algo, admítelo.Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores.

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos.Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).

Déjame valerme por mí mismo.Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.

No me des siempre órdenes.Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.Decide y mantén esa posición.

Cumple las promesas, buenas o malas.Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo

Trata de comprenderme y ayudarme.Cuando te cuente un problema no me digas: "eso no tiene importancia..." porque para mí sí la tiene.

No me digas que haga algo que tú no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

No me des todo lo que te pido.A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.

Quiéreme y dímeloA mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.

Anónimo.

Tomado de: http://www.solohijos.com/general/html/carta.php

lunes, 20 de julio de 2009

Conflictos comunes de las relaciones padres-adolescentes

Los padres frecuentemente se preocupan o se confunden por los cambios en sus hijos adolescentes. Cada joven es un individuo, con una personalidad única y con intereses propios, sus propios gustos y disgustos. Sin embargo, hay numerosos factores comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la adolescencia. Las emociones y el comportamiento normales del adolescente en los años de la escuela intermedia y de los primeros de la secundaria se identifican en la lucha con su sentido de identidad, en que se siente extraño o abochornado consigo mismo o con su cuerpo.

También se nota en que generalmente, se enfoca en sí mismo, alternando entre altas expectativas y un pobre concepto propio, lo influencian los amigos en su modo de vestir e intereses, su humor es cambiante, mejora su habilidad del uso del lenguaje y su forma de expresarse. Muchas veces tiene menos demostraciones de afecto hacia los padres; ocasionalmente el adolescente se queja de que los padres interfieren con su independencia, y tiene la tendencia a regresar al comportamiento infantil, particularmente cuando está bajo mucho estrés. El joven en este periodo, también tiene un interés mayormente del presente, y pensamientos limitados acerca del futuro, se expanden y aumentan en importancia los intereses intelectuales, y adquiere una mayor capacidad para el trabajo (físico, mental y emocional). Se preocupan por su atractivo físico con relación a otros, y viven frecuentes cambios de relaciones, y preocupación por si es normal o no.

En el aspecto que se refiere a la moralidad y los valores, pone a prueba las reglas y los límites, aumenta la capacidad para pensar en manera abstracta, desarrollan los ideales y se seleccionan modelos de comportamiento, presentan mayor evidencia consistente de tener conciencia y surge la necesidad por experimentar.

Tomado de: © EnPlenitud.com - Conflictos comunes de las relaciones padres-adolescentes